Albacete alberga lugares únicos e inigualables que permanecen intactos al paso de los años para ser descubiertos por el visitante. Uno de esos puntos emblemáticos se ubica en la ciudad de Albacete y es el Pasaje de Lodares.
El Pasaje de Lodares es un lugar con encanto que no deja indiferente al visitante trasladándolo de lleno en el modernismo; y es que se trata de una de las tres únicas galerías de este estilo que hay en España (Zaragoza y Valladolid). Una galería residencial y comercial que cuenta con mucha luz natural y que deja ver su preciada arquitectura a cada paso, al más estilo italiano de galerías comerciales como la de Vittorio Emanuele II en Milán.
Historia del Pasaje de Lodares en Albacete
El Pasaje de Lodares fue diseñado en 1925 por Buenaventura Fernando Castells y mandado construir por Gabriel Lodares, quien fuera alcalde de Albacete, con la intención de crear una galería comercial y a la vez residencial, entre las calles Mayor y Tinte, en el centro de la ciudad. Un edificio que se construye en parte de una antigua casa de Lodares ubicada en dicho lugar, vivienda que tenía arrendada y en mal estado, iniciándose la construcción de dicha obra arquitectónica.
El Pasaje se asienta sobre columnas, balcones y pequeñas decoraciones renacentistas, entre las que se encuentran los comercios. Este Pasaje está configurado por 44 columnas jónicas y 12 pilastras, sobre las que se aprecia una fachada de tres plantas y ático. A lo largo de la primera planta se abren balcones de piedra y hierro, con arcos adovelados de medio punto. Su cubierta es un tragaluz con estructura de hierro y cristal que permite el paso de la luz, ofreciendo al visitante un juego de luces dando color y protagonismo a cada detalle de la construcción.
Las fachadas de acceso resaltan por su monumentalidad y singularidad. Poseen ingresos formados por grandes arcos de medio punto, algo peraltados, donde se inscribe tarja que sirve de remate a la cancela de hierro que cierra el acceso, en cuyas jambas se disponen pilastras pareadas en la calle Tinte y columnas dobles en la calle Mayor así como la inscripción mediante iniciales de Gabriel Lodares, rematándose, en ambos casos, con grandes jarrones cargados de guirnaldas y flanqueados por angelotes cabalgando sobre volutas. Unos herrajes en balcones y puertas célebres muestras de la artesanía rejera de la ciudad.
Toda la obra presenta un mesurado sentido rítmico gracias a las columnas y balaustradas de tipo renacentista, así como a las esculturas que asemejan grandes fruteros o bien grupos de niños que sostienen guirnaldas en las fachadas de las calles Tinte y Mayor.
El Pasaje de Lodares, punto de visita obligada en Albacete
El Pasaje de Lodares es uno de los lugares más queridos por los albaceteños y punto de visita obligada para los turistas por sus columnas, balcones con balaustres de forja y pequeñas decoraciones con figuras alegóricas, como la de la industria con una rueda dentada, la de la Riqueza de la Tierra, las Artes Poéticas y las Artes Liberales. Un monumento que cuenta con una protección especial ya que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Un inmueble en el que se realizará una actuación de rehabilitación y puesta en valor a este emblema de la capital albaceteña que, pese a ser de propiedad privada, es de uso público. Y es que aunque las viviendas que se ubican en el Pasaje de Lodares son privadas y la Junta no puede actuar en ellas, sin embargo sí que aportará fondos para su renovación y modernización exterior. Así, se revalorizará esta joya arquitectónica realzando la historia de la ciudad que junto con los edificios modernistas de la misma conforman un recurso turístico para contemplar en toda su belleza.
Una galería única en Castilla-La Mancha, ubicada en Albacete que espera paciente ser descubierta por aquellos que todavía no la conocen.