La Unidad de Terapia Ocupacional de la Gerencia de Atención Integrada de Villarrobledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha impulsado el proyecto “Decomanos”, con el que los pacientes de este servicio han contribuido a la decoración del Hospital.
Así, aprovechando la llegada de la Navidad, participan de un acción de mejora de su propio entorno y que “les hace sentirse útiles, capaces de realizar objetos con sus propias manos, con un fin intencionado, propositivo y significativo, mejorando sus capacidades físicas, cognitivas, psicológicas, afectivas y creativas”, ha explicado la terapeuta ocupacional, Sonia Bautista y ha incidido en el objetivo: “Hemos pretendido potenciar y mejorar las habilidades de los pacientes que asisten a este tipo de tratamiento rehabilitador”.
Mensualmente, entre 25 y 30 personas acuden a la Unidad en la que “la actividad es la pieza fundamental de nuestra disciplina, ya que, a través de ella, reeducamos las habilidades manipulativas motoras y cognitivo perceptivas, con lo que dotamos al paciente de mayor autonomía en el desempeño de sus actividades de la vida diaria”, ha afirmado la profesional.
En este sentido, la realización de objetos artesanales de decoración, supone que los propios usuarios se dejen llevar por su creatividad. Estas tareas, siempre planificadas por los terapeutas ocupacionales, actúan positivamente en la funcionalidad del paciente traumatológico y neurológico.
Los tratamientos de Terapia Ocupacional de la Gerencia de Atención Integrada de Villarrobledo también intervienen, en algunos casos, sobre aspectos psicosociales. Entre las técnicas y programas de tratamiento que se llevan a cabo destacan la Terapia Funcional Motriz; el entrenamiento en actividades de la vida diaria; la reeducación sensitiva; integración sensorial; educación para la salud; asesoramiento o rehabilitación cognitiva mediante terapia de reminiscencia u orientación de la realidad.
En cualquier caso, “cada actividad que se realiza está diseñada para mejorar los objetivos específicos de cada persona y es elegida según la motivación intrínseca de ellos”, ha puntualizado Sonia Bautista.
El proyecto humanizador “Decomanos” es un ejemplo de iniciativa centrada en las personas y, además del aporte a la mejora de los espacios, ha ayudado a impulsar la motivación de los pacientes e incrementar el trabajo en grupo, la cooperación con otras personas y la práctica de las habilidades sociales.