El nuevo fiscal superior de Castilla-La Mancha, Emilio Manuel Fernández, ha tomado posesión de su cargo en un acto institucional celebrado en la ciudad de Albacete donde ha planteado como principales retos de su mandato conseguir avanzar en la incorporación de las nuevas tecnologías o apuntalar la especialización de fiscales en distintas áreas para mejorar el servicio público a prestar a la ciudadanía.
Durante su intervención tras firmar el acta que certifica su nuevo cargo, ha abundado en que pretende avanzar en el camino iniciado en 2007 por Cándido Conde-Pumpido desde la Fiscalía General del Estado para «apostar por la especialización de la carrera fiscal», una herramienta «imprescindible».
«No puede haber un fiscal que entienda de todo. La especialización nos da más capacidad para defender a los ciudadanos, a los intereses de los débiles, a mujeres maltratadas, consumidores, usuarios, extranjeros… esa es nuestra función», ha indicado.
Por ello, plantea especializar su Ministerio a través de la figura de delegados autonómicos «y siguiendo la vía que ya abrió» su antecesor, José Martínez, a quien ha agradecido que la Fiscalía que recibe goce hoy «de buena salud» gracias a su trabajo.
CIBERCRIMEN, SEGURIDAD VIAL Y MEDIOAMBIENTE
Ahondando en la especialización de los fiscales, ha avanzado que designará nuevos delegados en cibercrimen, –«una materia presente en nuestra vida–«. «Tienen que saber tanto como los ciberdelincuentes y esto solo se consigue con especialización», ha defendido el nuevo fiscal general de Castilla-La Mancha.
Quiere nombrar a un coordinador en Seguridad Vial en la Comunidad Autónoma, una disciplina «muy importante»; y también para materias como Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio Histórico de cara a prestar una mayor protección en extremos como los acuíferos o los incendios forestales, algo que «debe ser especializado porque requiere una atención firme y una postura del Ministerio Fiscal».
Ese será uno de los próximos delegados autonómicos, según Fernández, quien ha hecho alusión a la «especial atención» que requerirán otras parcelas, como las personas de la Tercera Edad, «víctimas de la pandemia» y que «serán objeto de protección especial».
En este sentido, ha avanzado que dará forma a un plan de visitas a las residencias de mayores tras esta pandemia para analizar la situación de todas ellas, también en el caso de personas con discapacidad.
Los menores tendrán especial dedicación, ya que «requieren atención especial» sobre todo cuando son víctimas. Luchar contra la trata de personas y contra la violencia machista son otros mimbres del trabajo que Fernández ha comprometido desde su nuevo cargo.
MEJORAR LA FORMACIÓN
Así las cosas, ha verbalizado su intención de perfeccionar la formación de fiscales aprovechando las herramientas informáticas a disposición de los usuarios.
«Nos hacen falta fiscales formados. El fiscal conformista no sirve, tenemos que ser proactivos, estar perfeccionados día a día, porque es lo que la sociedad nos demanda», ha aseverado.
Emilio Manuel Fernández ha hilado esta necesidad de más formación a la necesidad de avanzar en la incorporación de nuevas tecnologías. Así, ha indicado que la pandemia ha puesto de manifiesto que «de buenas a primeras» se pueden trastocar los planes de cualquier institución, y en un momento en el que «se puede ver la luz», hace falta ahora «un esfuerzo» para que las cosas «mejoren».
Esta crisis ha demostrado para el nuevo fiscal general castellanomanchego la dependencia de las nuevas tecnologías para la carrera, así que «se abre un camino que hay que seguir obligatoriamente».
Para ello, ha reivindicado más medios, buena disposición por parte de los operadores y «herramientas sencillas que llamen a ser usadas y que no entorpezcan», ha aseverado Fernández.
«Soy un ferviente defensor de las herramientas informáticas. El primer ordenador que entró en este edificio en 1984 fue mío, cuando nadie lo utilizaba y cuando todo el mundo usaba la máquina de escribir. Me miraban como un bicho raro», ha rememorado, recordando incluso que hasta el segundo ordenador también fue suyo, el que vino a sustituir al primero.
El cambio, por tanto, «tiene que seguir» en la búsqueda del «papel cero» en la administración de justicia. Para ello, «medios, perfeccionamiento y coordinación» son las recetas que propone Fernández.
Luchar contra el acoso, propiciar un lenguaje inclusivo o apuntalar el libro de estilo y el código ético son otros de los extremos propuestos por Emilio Fernández para su mandato.
AGRADECIMIENTOS
Tras mostrar su satisfacción por la amplia presencia judicial que ha conformado la comitiva que le ha acompañado en el acto, ha agradecido expresamente la presencia de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, por haberle propuesto para este cargo.
«Para mí, esta presencia es un reconocimiento gigante que nos refuerza a todos los fiscales de Castilla-La Mancha», ha considerado Fernández, que asume el cargo con «enorme responsabilidad», ante el que quiere «tener el despacho abierto para todos». «No podemos solucionar los problemas si no colaboramos institucionalmente».
Emilio Manuel Fernández fue nombrado por el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, como nuevo fiscal el pasado 18 de mayo a propuesta de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. El nuevo fiscal general castellanomanchego ha tomado posesión con su hijo Emilio, que ejerce también como fiscal en la localidad de Elche.
ROUCO SE COMPROMETE A FORTALECER LOS LAZOS
De su lado, el presidente del Tribunal Superior Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, ha dado la enhorabuena al nuevo fiscal superior de la región y se ha comprometido a «conservar y fortalecer los lazos y buena relación con el Ministerio Fiscal».
Entre los retos compartidos ha destacado la modernización y organización los medios, la definición de un modelo funcional de prestación del servicio de la justicia, de la oficina judicial y fiscal o la ampliación de la planta judicial.
«Muchas veces nos preocupamos de Madrid, Valencia, Andalucía o de Cataluña y nos olvidamos de que también hay tribunales superiores de justicia que desempeñan una labor no menos importante, y que son también dignos de contar en el concierto de las necesidades», ha advertido.
El de Castilla-La Mancha –ha recordado– ocupa el último de los tribunales superiores de justicia en número de jueces por habitante, y esto ocurre de manera paralela también en la plantilla de fiscales. «Por nuestra parte todo el apoyo a esas legítimas reivindicaciones del Ministerio Fiscal», ha apuntado.
Otro de los retos mencionados ha sido el avance de las nuevas tecnologías, cuya potenciación ha convertido la situación de la pandemia en algo de «necesidad imperiosa», así como la apuesta en servicio de las modernas instalaciones de las que pronto espera poder dar cuenta inaugurando la Ciudad de la Justicia en Albacete.
En el caso particular de la Fiscalía, otro de los retos –ha abundado Vicente Rouco– es contemplar la posibilidad de una sección en Illescas para poder hacer frente al servicio de la Fiscalía en «tan compleja provincia».
El «combate urgente» contra la lacra de la violencia contra la mujer, es otra de las reivindicaciones citadas por el presidente del TSJCM, pidiendo de este modo la ampliación de juzgados exclusivos.
Rouco ha finalizado su alocución deseando al nuevo fiscal superior de la región su enhorabuena y esperando que «sea el primer día de un mandato próspero y fructífero». También ha tenido palabras de agradecimiento hacia el anterior fiscal superior, José Martínez, con el que, ha rememorado, ha tenido unas muy buenas relaciones.