Castilla-La Mancha es la tercera región en la que más ha mejorado la calidad del empleo

Castilla-La Mancha es la tercera comunicad autónoma en la que más ha mejorado el empleo en los últimos quince años, solo por detrás de Cataluña y Murcia, y, en general, la calidad del empleo ha mejorado en los últimos quince años en todas las comunidades autónomas salvo Extremadura.

Sin embargo, la calidad en el empleo presenta diferencias de hasta 9 puntos porcentuales entre las que se encuentran en niveles más altos (País Vasco, Madrid, Cataluña, Navarra y La Rioja) y más bajos (Extremadura, Canarias, Andalucía, Murcia y la Comunitat Valenciana).

La evolución positiva no supone que no existan problemas relevantes, incluso algunos agravados, según el estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación Ramón Areces «La calidad del empleo en España y sus comunidades autónomas», elaborado por los investigadores Lorenzo Serrano, Ángel Soler y Fernando Pascual, a través de dieciocho indicadores, que ha sido presentado este martes en València.

En ellos se analizan variables como la brecha de género, la remuneración, la jornada, la temporalidad o la cualificación, que se sitúan 3,1 puntos por encima de 2007 y en las que se refleja que la temporalidad sigue siendo muy elevada, del 17,3 % en el tercer trimestre de 2023, con extremos como Extremadura (casi el 28 %), más del doble que en Madrid o Cataluña. 

La tasa de temporalidad en España es mayor en el sector público (superior al 31 %, según datos de 2022) que en el privado (18,5 %), pero este tiene más peso en el conjunto de la economía. Madrid presenta la tasa más baja (12,1 %), frente a Extremadura, con la más alta (27,8 %).

De media, el 6 % de los ocupados posee un empleo a tiempo parcial, aunque desearía uno a tiempo completo, una cifra que representa casi la mitad de los trabajadores con contrato a tiempo parcial. El mínimo de empleo involuntario parcial se da en Baleares, un 4 %, y el máximo en Andalucía, con el doble.

Además, el 41 % de los trabajadores soporta jornadas largas (más de 40 horas semanales) y el 5,8 % muy largas (más de 49), si bien antes de 2013 se situaba en el 56 %, lo que incide en la calidad del empleo. El 16,6 % trabaja al final de la tarde, un 5,4 % por la noche, un 28,3 % los sábados, un 17,1 % los domingos y un 21,9 % a turnos.

Por regiones, País Vasco tiene el menor porcentaje de ocupados con jornadas semanales muy largas sobre el total de ocupados (4,1 %) y Galicia el mayor (8,4 %), mientras que la media nacional se sitúa en el 5,8 %.

Las diferencias entre comunidades son muy evidentes en ocupaciones de alta cualificación: solo un 27 % en Canarias, frente al 47,1 % de Madrid, el 41,4 % de País Vasco, el 36,9 % de Cataluña y el 36,3 % de Navarra.

Asimismo, un 22,7 % de los trabajadores con estudios universitarios en España tiene ocupaciones que no requieren formación superior.

Pese al repunte tras el año de la pandemia, se aprecian mejoras en el índice de siniestralidad laboral con diferencias regionales que van desde los 2.286 accidentes por cada 100.000 trabajadores de Madrid hasta los 4.893 de Baleares.

Por el contrario, en materia salarial, el avance ha sido «decepcionante», ya que apenas ha crecido un 5,4 % de media. La ganancia media anual por trabajador varía entre los 31.064 euros del País Vasco, seguido de Madrid, Navarra y Cataluña, y los 21.393 euros de Extremadura.

El único avance en esta cuestión ha sido la reducción de la brecha de género, que ha caído del 19,1 % de 2007 al 9,8 % de 2021.

El indicador de ocupados que buscan otro trabajo se encuentra en niveles máximos históricos, cercanos a los registrados en 2013, el 7,8 % en el tercer trimestre de este año, porcentaje que supera Extremadura (9,6 %) y la Comunitat Valenciana (9,4 %).

El teletrabajo, por debajo de la media europea

Un 14 % de ocupados teletrabaja en España toda o parte de su jornada, un porcentaje superior al 8,3 % de 2019, antes de la pandemia, pero por debajo de la media de la Unión Europea, del 22,4 %.

Madrid (13,6 puntos más), Cataluña (7,4) y País Vasco son las regiones que más han crecido en teletrabajo, y en Castilla y León, La Rioja, Aragón, Baleares, Extremadura o Castilla-La Mancha el avance ha sido más moderado, inferior a dos puntos.

Los autores del estudio coinciden en que el éxito de esta fórmula de trabajo depende de la colaboración entre empleados, empresas y sociedad en general, la adaptación continua y el aprendizaje.

¿Reducir la jornada laboral?

Un 5,6 % estaría dispuesto a reducir la jornada con un reducción proporcional del salario, un porcentaje que ha subido en los últimos años, especialmente tras la pandemia, ya que se valoran otros aspectos.

Ese porcentaje engloba tanto a colectivos de personas que por distintos motivos desearían trabajar menos horas como a quienes tienen «miniempleos» y les gustaría un trabajo de mayor horario.

Se ha producido un incremento de la tendencia, que ha pasado del 3,1 % de 2013 al 5,6 % actual.

infoCLM

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