Un total de 250 kilómetros han recorrido durante cinco días los componentes de la primera Misión Bicifolk, un viaje deportivo y musical a través de los pueblos de Cuenca que comenzó en Tarancón y que ha finalizado este jueves en la Plaza Mayor de Cuenca, donde los músicos participantes han sido recibidos con una gran ovación y una cerveza fresquísima, ambas muy merecidas.
Huete, Carrascosilla, La Peraleja,Cañaveras, Priego, Villaconejos, Priego, Poyatos, Las Majadas y Uña son algunos de los lugares por los que ha pasado esta expedición nacida de la iniciativa del taranconero Javier Collado, miembro de Zass Candil! y de Collado. «Ha sido una experiencia increíble, incluso por cosas que no esperábamos», desvela el músico conquense, que subraya la energía añadida que supone hacer este esfuerzo en compañía de amigos, «porque tampoco veníamos muy preparados físicamente, pero entre todos, hemos seguido adelante».
El primer tramo, entre Tarancón y Huete, se hizo en tren, para reivindicar también este medio de transporte. «Estuvimos hablando con el ferroviario, haciendo un poco presión porque solo te dejan meter tres bicis; queríamos hacer notar que tenemos un tren regional que funciona por las zonas rurales y es un recurso importante».
Después comenzó la ruta en bicicleta, que cada día terminaba en la plaza de un pueblo, donde el grupo actuaba para sus vecinos, en ocasiones con el apoyo de otros músicos locales que se unían a una fiesta que, en algunas ocasiones, se alargó hasta la madrugada.
Al día siguiente, aunque hubieran trasnochado, se madrugaba para coger la bicicleta y continuar con el viaje, con paradas para reunir recuerdos. «Nos detuvimos a ver a un alfarero y a un abuelo que canta», relata Collado, que subraya que «la gente de los pueblos se ha portado increíble».
«Ha sido una manera también de descubrir qué pueblos tienen más movimiento cultural», añade el taranconero, que se queda especialmente con la noche que pasaron en Cañizares: «fue alucinante, con el grupo de la Chon bailando y gente mayor del coro tocando con nosotros después del bolo».
El viaje ha estado plagado de anécdotas y seguramente momento fue más complicado fue este miércoles «cuando bajamos la raya de Uña, de noche y con la bici en las alforjas, porque se nos alargó una comida con nuestra amiga Elena en Las Majadas y al final llegamos casi de noche a la zona y tuvimos que bajar andando con los frontales».
Rober, uno de los componentes de la expedición, ha ido grabando durante el viaje con el objetivo de montar un documental que se proyectará «en Cuenca y fuera de Cuenca, para que la gente conozca la zona» y que, naturalmente, se complementará con un concierto en el que sonarán los temas que han ido tocando estos días.
El concejal del Ayuntamiento de Cuenca y diputado provincial Miguel Ángel Valero se ha acercado a recibirles y a conocer detalles de esta aventura, con vistas también a la posibilidad de echar una mano el año que viene, porque la idea que estos músicos tienen en la cabeza es repetir esta misión con más infraestructura y más gente.
/Jesús Huerta/