Han pasado más de dos años desde que José Puchaes, artista y guía turístico de Cuenca, alertó por primera vez del deterioro del capitel de la antigua iglesia de San Pantaleón, en la calle San Pedro, un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural en 1992. El tiempo pasa y sigue haciendo mella este elemento arquitectónico de simbología templaria, por lo que este conquense, vecino del Casco Antiguo de Cuenca, hace un nuevo llamamiento para que se actúe antes de que se pierda definitivamente.
El capitel se encuentra en la columna derecha de la portada de las ruinas de este templo del siglo XIII, considerado por algunos expertos como la iglesia más antigua de Cuenca. Este ornamento muestra a un jinete atacando a un dragón con una lanza, alegoría de la lucha del bien contra el mal, sobre una cabeza invertida de la que brotan una especie de enredaderas. Los guías turísticos aprovechan la parada para introducir a los visitantes en las siempre controvertidas leyendas templarias de la ciudad.
Al comparar la fotografía que remite José Puchaes con una más antigua, disponible en un portal turístico de la Junta, se percibe el avance de la erosión y el moho en el capitel. El tráfico rodado en la calle San Pedro contribuye a la contaminación del aire, acelerando los daños de un ornamento que tiene varios siglos de antigüedad.
Este guía dio el primer aviso en diciembre de 2019 y desde entonces ha realizado gestiones personales para incitar a las administraciones públicas que actúen. La competencia de esta actuación corresponde, al tratarse de una cuestión de Patrimonio, a la Junta de Comunidades.
La propuesta de Puchaes, que fue presentada oficialmente en el registro del Ayuntamiento, es que el capitel sea extraído para su restauración y exposición en el Museo de Cuenca y que en su lugar se instale una réplica recreada por expertos titulados. El promotor de esta idea considera que se trata de una actuación que no es muy costosa económicamente y permitiría salvar una pieza histórica.