Tres años después, la Virgen de la Luz volvió a salir en procesión por las calles de la ciudad para regocijo de sus numerosos fieles que no faltaron a la cita con la patrona a pesar del largo puente festivo del que ha disfrutado la capital conquense.
A las diez de la mañana, en una radiante mañana del miércoles, se han abierto las puertas de la iglesia del barrio de San Antón para la salida de la imagen a hombros de los banceros de la hermandad. Numeroso público contempló el inicio del desfile y se unió a él en el entorno de la parroquia de la iglesia situada junto al río Júcar. El alcalde Cuenca, Darío Dolz, formaba parte de la comitiva y junto a él un nutrido grupo de concejales de la mayoría de los partidos de la Corporación Municipal.
La Banda Municipal de Música de Cuenca, dirigida por Juan Carlos Aguilar, puso la sinfonía a la procesión de la patrona, a la que le llovieron por el camino vivas, salves y pétalos de rosa lanzados por las monjas desde los balcones. Muchas de las fachadas del recorrido estaban decoradas con estandartes de la virgen y banderas de España para celebrar el primer desfile desde que estalló la pandemia des la también alcaldesa de Honor de Cuenca.
Tras subir por las calles Palafox y San Juan, la comitiva se adentró por la calle del Peso para desfilar por las entrañas del barrio de El Salvador. La virgen morena, con su pequeño en brazos, se dejó guiar por el instinto de los banceros y la música de la banda en el tramo más laberíntico del recorrido.
Las campanas doblaban en las iglesias de Cuenca cada vez que la patrona se aproximaba al templo y los fieles, cargados de entusiasmo, entonaban una y otra vez canciones a la Madre para demostrarle su júbilo.
El desfile transcurrió por una calle Carretería con bastante público para ser festivo y, una vez completó su trazado por la arteria comercial de la ciudad, emprendió el camino de regreso a su templo. La banda se empleó a fondo antes de que la imagen tomara el Puente de la Trinidad, recta final de una procesión que finalizaba en torno a las 12 horas.
La ceremonia continuó en la iglesia de la Virgen de la Luz, con la misa ofrecida por el obispo de Cuenca, José María Yanguas.