La Fundación Franz Weber ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo por un campamento infantil taurino que va a celebrarse en agosto en Abarcón (Guadalajara), porque entiende que vulnera una recomendación del Comité de los Derechos del Niño, relativa a la promoción de la tauromaquia entre menores.
En una nota de prensa, la Fundación Franz Weber ha informado que en la queja que ha presentado este lunes ante el Defensor del Pueblo insta a que se impida «cualquier promoción de la tauromaquina entre personas menores de edad», aplicando la recomendación del Comité de los Derechos del Niño.
En este sentido, ha recordado que este comité de expertos en su apartado de ‘violencia en contra de los niños’ ha recomendado que «para prevenir los efectos nocivos para los niños del espectáculo de los toros», el Estado prohíba la participación de niños menores de 18 años «como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia».
Esta recomendación que está dirigida a todas las autoridades competentes, ya sean estatales, autonómicas o municipales, fue hecha en 2018, ha señalado la fundación, que ha lamentado que «hasta el momento, el Gobierno central ha hecho caso omiso».
Asimismo, ha explicado que la actividad convocada para el mes de agosto en Abarcón incluye diferentes actividades relacionadas con la tauromaquia, «contraviniendo esta advertencia» y además sitúan a Castilla-La Mancha «en el camino contrario al que han tomado otros territorios como Islas Baleares, Cataluña o Galicia, con restricciones en la materia».
En cambio, el Gobierno de Castilla-La Mancha «ha ignorado por segundo año consecutivo la actividad y parece avalarla aunque trivialice el maltrato animal», ha apuntado la fundación, que ha añadido que en el campamento que tuvo lugar el pasado año «los niños estuvieron en contacto real con bóvidos ensogados, contribuyendo a relativizar el maltrato animal con refuerzo positivo del personal adulto».
Al respecto, la entidad naturalista ha advertido que «existe un inexcusable deber de los poderes públicos de proteger a los menores de edad en las actividades y espectáculos culturales», por lo que se pueden vulnerar normas como la Ley del Menor o la Ley de Educación».