La Guardia Civil ha sorprendido a cuatro personas que estaban cazando ilegalmente con galgos en Quer (Guadalajara), tres de ellas que procedían a batir el terreno con los perros y la otra que ejercía labores de vigilancia.
Las cuatro personas fueron sorprendidas el pasado jueves cuando llevaban a cabo esta actividad ilegal por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que habían incrementado las acciones de vigilancia en varios cotos de Quer y de Villanueva de la Torre, tras tener conocimiento que estaba habiendo actos similares en la zona, ha informado este lunes en una nota de prensa la Comandancia de Guadalajara.
Como resultado de estas labores de vigilancia, los agentes sorprendieron a tres de estas personas cuando batían el terreno con galgos en un coto de caza situado en el término municipal de Quer.
Tras percatarse de la presencia de los guardias civiles, los tres presuntos furtivos intentaron huir en un vehículo campo a través, junto a otra persona que hacía labores de vigilancia, aunque fueron perseguidos por los agentes que disponían de motocicletas y que lograron interceptarlos cuando ya estaban en el casco urbano de Quer.
El coto en que fueron sorprendidos está dentro de una zona catalogada como ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves), ha indicado la Guardia Civil, que ha añadido que de hecho estos días se han avistado varios grupos de avutardas, un ave que está especialmente protegida en la legislación española.
La Guardia Civil ha recordado que se entienden como conductas de furtivismo aquellas que se refieren a cazar fuera de temporada, no poseer las licencias administrativas requeridas, el uso de armas, medios o municiones ilegales, la caza de animales protegidos o las que se llevan a cabo dentro de áreas restringidas o prohibidas.
Están conductas están tipificadas en los articulos 334 y 335 del Código Penal y pueden llevar aparejadas penas de prisión de seis meses a dos años de prisión, retirada de la licencia de caza de dos a cinco años, retirada de los permisos de armas, el pago de los daños causados y el decomiso de los trofeos, además de las infracciones contempladas en la legislación de caza de Castilla La Mancha, que contempla sanciones de hasta 60.000 euros, ha añadido el instituto armado.