La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha informado que este martes Castilla-La Mancha disfrutará, en general, de cielos poco nubosos o despejados, aunque se esperan intervalos de nubes bajas durante las primeras horas del día en las áreas de los sistemas Central e Ibérico. En estas zonas, tampoco se descarta la aparición de algunas brumas o bancos de niebla dispersos, habituales en esta época del año cuando las condiciones de estabilidad atmosférica favorecen su formación.
En cuanto a las temperaturas, las mínimas registrarán pocos cambios respecto a días anteriores, con una ligera tendencia a descender, mientras que las máximas experimentarán un aumento significativo. Este ascenso será especialmente notable en la provincia de Cuenca, donde el mercurio podría reflejar diferencias importantes en comparación con jornadas previas. Por otro lado, las heladas débiles seguirán siendo protagonistas en áreas de montaña y en la comarca de La Mancha, extendiéndose de forma puntual a otras zonas cercanas. Estas heladas, aunque no intensas, serán un recordatorio del invierno aún presente, afectando principalmente a las primeras horas del día.
El viento, por su parte, será moderado con predominio de componentes norte y nordeste, si bien se registrarán rachas muy fuertes en las zonas altas de la Serranía de Cuenca durante la madrugada y las primeras horas de la mañana. Estas condiciones podrían generar ciertas complicaciones puntuales, especialmente en las actividades al aire libre o en el tráfico en estas áreas más expuestas.
En cuanto a las temperaturas previstas en las capitales de provincia, los valores oscilarán entre los 1 y los 14 grados en Albacete, los 1 y 14 en Ciudad Real, los 2 y 15 en Cuenca, los 2 y 16 en Guadalajara y los 2 y 15 en Toledo. Estos registros reflejan un rango térmico característico de esta época del año, con mañanas frías que irán dando paso a un ambiente algo más templado durante las horas centrales del día, gracias al incremento de las temperaturas máximas.
En resumen, el día estará marcado por la estabilidad meteorológica general, aunque con algunos matices a considerar, como las heladas dispersas en ciertas zonas, las rachas fuertes de viento en áreas altas de Cuenca y el incremento térmico diurno, que en algunas localidades, como Cuenca, podría ser destacable. Un panorama típico de finales de invierno que invita a aprovechar el día, aunque sin descuidar el abrigo en las primeras horas.