El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado que no teme sanciones por parte del PSOE, tras señalar que el partido está «en el extrarradio de la Constitución» por sus acuerdos con Junts, y ha pedido que se respeten sus opiniones, aunque sean minoritarias, de la misma forma que él las respeta «todas».
En declaraciones a los medios de comunicación en Toledo con motivo de su asistencia al pleno de las Cortes este jueves, García-Page ha asegurado que está tranquilo y que no puede «temer nada» de su partido, al que ha recordado que está afiliado desde que tenía 16 años y que desde esa época ha hecho «todos los esfuerzos del mundo para que el PSOE gane las elecciones».
«Solo me pongo nervioso cuando hay que ganar las elecciones», ha añadido García-Page tras las críticas que han formulado algunos dirigentes socialistas por sus declaraciones, y que ha enmarcado en el «debate político muy agrio» que se está produciendo en el ámbito nacional, de forma que «cualquier cosa, altera».
Asimismo, ha apuntado que no sabe si la dirección de su partido se ha puesto en contacto con él porque ha estado «todo el día de reuniones» y ha añadido: «No he hablado con nadie».
En cualquier caso, ha pedido que se respeten sus opiniones, del mismo modo que él respeta las de los demás, pues ha recordado que en el PSOE «se puede opinar, no pasa nada».
«Yo tengo una posición que es minoritaria, claramente minoritaria, pero respetable, en todo caso, porque lo que hoy es minoritario, a lo mejor el día de mañana no lo es», ha señalado García-Page, que ha asegurado que él coincide en un «90 por ciento» con lo que hace su partido y su gobierno.
En concreto, ha señalado que con el Gobierno central coincide «y mucho con la política social y económica», si bien discrepa «claramente con el tema territorial y con los independentistas», y ha señalado que no es la primera vez que manifiesta sus opiniones en público.
Por ello, ha reclamado su derecho de expresar sus discrepancias, y «decirlo con respeto», pues ha asegurado que él no ha atacado personalmente a nadie nunca, y ha añadido: «Mi adversario no es ningún socialista, son los independentistas».
Asimismo, y ante las palabras de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, quien le ha acusado de buscar notoriedad, ha dicho que es «muy buena amiga».
Con todo, ha señalado que no desea ser protagonista y que le importan «las políticas, no los políticos».
Tampoco ha querido comentar la conversación sobre infrafinanciación que mantuvo con los presidentes de Murcia, Fernando López Miras; de Andalucía, Juanma Moreno, y el de la Comunitat Valenciana, Carlos Monzón, en Fitur y ha concluido: «No voy a hablar de conversaciones privadas. No hablo de las suyas y menos de las mías».