El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lamentado este viernes que se vea «como delito» que pueda hablar con otros presidente de comunidades autónomas gobernadas por el PP, mientras se «aplaude» reunirse con el expresidente catalán Carles Puigdemont.
Así se ha pronunciado García-Page a preguntas de los medios en la localidad conquense de Cardenete, donde ha acudido a inaugurar una escuela infantil.
«O sea que si yo me reúno con Puigdemont, me aplauden. Pero si me reúno con el presidente de Andalucía, se disgustan. Me parece que ese no es el país en el que yo creo», ha afirmado.
Sobre las palabras de la vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, quien le ha acusado de querer tener notoriedad tras sus críticas al Gobierno por negociar con los independentistas, García-Page le ha dicho a la vicepresidenta que no se preocupe por su notoriedad.
«Yo ya con la edad que tengo no voy a crecer ni voy a tener un palmo más, ni políticamente ni físicamente. A mí lo que me preocupa, como le preocupa a todos los españoles, es la notoriedad de Puigdemont. De eso es de lo que se tiene que preocupar», ha resaltado.
Es por ello por lo que el secretario regional de los socialistas castellanomanchegos ha afirmado que él sí que opina dentro del PSOE de Pedro Sánchez y que «cuando uno va al baile tiene que estar preparado a que le pisen». «Y a los que no sabemos bailar, más todavía», ha añadido.
En este sentido, ha afirmado que no le preocupa que haya debate y diálogo y que lo «realmente importante» es que están pasando «muchas cosas» en España. «Creo que es más importante que se pueda hablar de ellas que no pasar de puntillas y yo no estoy dispuesto a pasar de puntillas».
FINANCIACIÓN
Preguntado por si hará frente común con los presidente de comunidades del PP respecto a la financiación, García-Page ha defendido que «es legítimo» que cada presidente busque lo mejor para su tierra. «Yo no he decidido que los presidentes de todas las comunidades vecinas sean del PP».
«Ya me gustaría que fueran todas del PSOE, pero lo cierto y verdad es que no lo son», ha dicho, para agregar el presidente castellanonanchego que no va a dejar de intentar entenderse institucionalmente con cualquier responsable político.
Abundado en la financiación autonómica, García-Page ha dicho que no va a dejarse llevar «por ningún tipo de filia política». «Me da lo mismo los comentarios que se hagan, mi objetivo es defender esta tierra porque, además objetivamente hablando, estamos junto con otras tres comunidades autónomas dentro de un dato objetivo que es de infrafinanciación».
Según ha afirmado el modelo actual ya arroja una liquidación negativa para cuatro autonomías. «Me da lo mismo si la gobierna el PP, los independentistas o quien sea, porque hablamos finalmente de las cosas de comer. Y en este sentido no hay un debate ideológico, es un debate estrictamente territorial».
«CON LAS COSAS DE COMER NO SE JUEGA»
Un asunto, el de la financiación, en el que el presidente regional ha abundado aprovechado su presencia en la inauguración del nuevo Centro de Salud de Campillo de Altobuey (Cuenca) para asegurar que él se pelea por la financiación porque «con las cosas de comer no se juega».
«Otros querrán a lo mejor el dinero para hacer referéndum ilegales. En nuestro caso es que nos lo gastamos en guardería, en centros de salud, en institutos, en universidades. Somos normales en este sentido, somos previsibles, aquí defendemos un modelo muy social», ha defendido el presidente castellanomanchego.
Asimismo, ha subrayado que «lo cierto y verdad» es que él no desea que «a nadie le vaya mal», ni a Cataluña ni al País Vasco, ya que «cuanto mejor vayamos todos, más ganamos todos».
«No se trata de que a esta tierra vaya bien a costa de que vayan mal los vecinos, pero hay una cosa elemental. Y es que al final todo vale dinero, y nosotros, yo desde luego, tenganlo por seguro, puedo sentirme mal en un momento determinado por muchas cosas, pero lo que de verdad me mataría, personalmente, es ir por la calle teniendo que agachar la cabeza por no estar cumpliendo con mi gente», ha dicho.
Según ha dejado claro García-Page, a él la gente le ha dado la confianza y esa «confianza mayoritaria» –ha manifestado– la va a emplear en dejarse la piel «para que aquí cada vez vengan mejores servicios, más dinero y sobre todo más justo».