El presidente de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha pedido al presidente regional, Emiliano García-Page, que no «apuntale» a Pedro Sánchez en la Moncloa, que le «haga caer» de la Presidencia del Gobierno, explicitando su rechazo al cupo catalán y a la financiación singular para Cataluña en el encuentro que ambos mandatarios mantendrán el viernes, 4 de octubre.
En rueda de prensa, ha señalado que el único que tiene en su mano que a Sánchez se le acabe la legislatura es Emiliano García-Page, ya que le puede pedir a sus diputados en el Congreso que voten en contra de esta financiación singular para Cataluña.
«Page ha mentido a todos los castellanomanchegos. ¿Dónde queda la declaración del 31 julio donde puso pie en pared?», se ha preguntado Núñez en rueda de prensa este lunes.
«En nombre del pueblo de Castilla-La Mancha», el líder del PP en la región le ha dicho al presidente autonómico que «los castellanomanchegos» no quieren a Pedro Sánchez, «quieren elecciones generales» y que su Comunidad Autónoma disponga de una financiación justa.
«¿Quién gana si Sánchez cae?. Gana España, gana Castilla-La Mancha. Se abriría un proceso electoral, seríamos llamados a las urnas y los españoles podríamos elegir un nuevo gobierno. Evitaríamos el robo de 700 millones que los socialistas quieren enviar al separatismo catalán», ha aseverado Núñez.
NEGOCIACIONES ESTATUTO DE CASTILLA-LA MANCHA
Preguntado por cómo se están desarrollando las negociaciones con el PSOE de cara al nuevo Estauto de Autonomía, tras ampliar la Mesa de las Cortes de Castilla-La Mancha el plazo de enmiendas hasta el 23 de octubre, ha señalado que el proyecto se encuentra en negociaciones con la sociedad civil y ha calificado de «positiva» esta ampliación, porque permite enriquecerlo más.
Es «optimista» de cara a las negociaciones con los socialistas, porque su objetivo es recoger la postura mayoritaria de los castellanomanchegos.
«Hay que escuchar a más agente, no es importante hacerlo pronto si no hacerlo bien», ha manifestado Núñez, convencido de que se puede llegar a la senda del acuerdo y confiando en que las «mentiras» que se trasladan a otras cuestiones no contaminen la negociación del estatuto.