El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha rechazado este jueves contestar a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, que le animó a «aplicarse él mismo» su recomendación de que el PSOE no adopte el papel de «víctima».
«No voy a entrar, no me muevo por argumentarios», ha sido la única respuesta de García-Page a los medios cuando le han preguntado por este asunto a su llegada al acto institucional celebrado en las Cortes regionales con motivo del Día de la Constitución.
Ayer miércoles, en una entrevista en Telecinco, Morant dijo: «Cuando pasa algo en Cataluña se siente aludido, cuando pasa algo en cualquier lado, el señor Page se siente aludido. Es una cosa que yo no acabo de entender dentro del compañerismo del Partido Socialista, porque nunca nos había pasado».
Aunque el presidente regional no ha querido comentar estas declaraciones, ayer sí lo hizo la portavoz de su Gobierno, Esther Padilla, quien espetó a Morant que a García-Page «no necesitan darle indicaciones ni lecciones de cómo tiene que actuar».
También le han preguntado a García-Page su opinión respecto a la candidatura del ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, para liderar el PSOE madrileño, y el barón castellanomanchego se ha limitado a decir que López «vale mucho».
El liderazgo del PSOE-M ha quedado vacante tras la dimisión de Juan Lobato por la controversia por registrar ante notario una conversación privada con un cargo de Moncloa, Pilar Sánchez Acera, relacionada con el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso.
García-Page defendió en ese momento la «enorme valía» de Lobato, alegando que la política nacional «quema capital político a destajo», y advirtió de que «ninguna militancia obliga a ser cómplice».
