El PP de Castilla-La Mancha ha pedido la derogación del canon del agua, que ha tachado de «injusto, innecesario y lesivo» para las familias y empresas.
La coordinadora general del PP regional y alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, ha señalado que es «un nuevo impuesto» que Emiliano García-Page «ha sacado de la chistera» para «aumentar aún más la presión fiscal, poner en peligro el crecimiento económico y el desarrollo empresarial y seguir asfixiando a las familias y empresas», ha apuntado el PP en una nota de prensa.
Guarinos ha afirmado, además, que esto ocurre en una región que es «la octava con mayor presión fiscal de España» y que el impuesto tiene como finalidad «meternos la mano en el bolsillo a los guadalajareños», ya que «no es obligatorio» porque «si fuese así, todas las regiones lo tendrían establecido desde el año 2000, que es la fecha de la Directiva Marco del Agua».
Sin embargo, «hay más comunidades autónomas en las que no existe, que en las que está establecido», ha continuado la coordinadora general del PP, quien ha rechazado «este invento de Page y de los socialistas» que, a su modo de ver, «tiene una finalidad exclusivamente recaudatoria».
Guarinos ha precisado que el Gobierno regional va a recaudar cerca de 100 millones de euros y que es «un ataque sin precedentes a la autonomía municipal» porque lo aprueba el Gobierno de Castilla-La Mancha y «exige» a los ayuntamientos que lo recaude «para darle el dinero a la Junta».
En este contexto, ha asegurado que desde el año 2018 «llevamos 95 subidas de impuestos», lo que «ha disparado la presión fiscal y supone una media de incremento de unos 3.500 euros por hogar».
Los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha, «lejos de aplicar medidas que impulsen la economía y el empleo, parecen empeñados en seguir asfixiando a empresas y familias, hipotecando el futuro de los españoles con una presión fiscal insostenible y cada año en aumento», ha concluido la coordinadora general del Partido Popular en la región.
