El 3,5% de las 153.978 altas hospitalarias registradas en Castilla-La Mancha durante el 2020, año del estallido de la pandemia del coronavirus, fueron de pacientes diagnosticados con COVID-19, según los datos de morbilidad hospitalaria publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística.
De las 5.581 altas de pacientes con COVID-19 en Castilla-La Mancha, 2.157 se registraron en Toledo, 1.295 en Ciudad Real; 1.066 en Albacete, 631 en Guadalajara y 432 en Cuenca.
A la hora de valorar estos datos, hay que tener en cuenta que en España el código de seguimiento del Covid se implantó en julio, cuando disminuyó la presión asistencial y hubo tiempo para que los sistemas de información se adaptaran. Por lo tanto, es posible que la cifra sea mayor y que algunos casos diagnosticados de una manera diferente se le puedan atribuir al SARS COV-2.
La estancia media de los pacientes que pillaron el virus en esta región fue de 11,31 días, más alta que la media por cualquier otra enfermedad, que se situó en 8,73 jornadas. En Ciudad Real la cifra se eleva hasta los 12,81 días, la estancia más elevada de toda la región.
La mayoría de los que ingresaron con COVID, un total de 5.318 personas, pasaron menos de un mes en el hospital. Un total de 262 castellano-manchegos con esta enfermedad permanecieron en cama de uno a seis meses y hubo un caso de un paciente que pasó ingresado más de medio año tras la infección por el coronavirus.
MENOS ALTAS HOSPITALARIAS EN CASTILLA-LA MANCHA
Si se comparan los datos de morbilidad de 2020 y 2019, se concluye que hubo casi 20.000 altas hospitalarias menos en los centros sanitarios castellano-manchegos que en el año del estallido de la pandemia. A pesar del incremento de altas por el COVID, el número se reduce, entre otras causas porque hubo pacientes que, en plena crisis sanitaria y con la presión asistencial disparada, se abstuvieron de ir al hospital por determinadas dolencias que le hubieran llevado allí en una situación normal.
Por provincias, en 2020 se contabilizaron 45.876 altas hospitalarias en Toledo, 45.239 en Ciudad Real, 35.606 en Albacete, 15.546 en Guadalajara y 11.711 en Cuenca.
Las enfermedades respiratorias fueron la principal causa de ingreso en los hospitales de Castilla-La Mancha. Sin contar las altas por el coronavirus, un total de 26.550 castellano-manchegos fueron diagnosticados con problemas de este sistema, casi 2.000 más que en el año anterior.
Dentro de este grupo de enfermedades, la mayoría de los pacientes, un total de 13.724, sufrieron neumonías. En la comparación se observa un gran incremento de casos respecto a 2019. En Toledo se pasó de 1.956 casos a 4.474 en el año del estallido de la pandemia; en Ciudad Real subieron de 1.763 a 4.376; en Albacete de 1.129 a 2.747, en Guadalajara de 593 a 1.379 y en Cuenca de 467 a 748.
La siguiente causa de ingreso hospitalario fue el grupo de enfermedades del aparato digestivo, un total de 19.060 en toda la región
Le siguen las enfermedades del sistema circulatorio (18.409), las complicaciones en el parto (14.077), las neoplasias (13.440) y las lesiones o envenenamientos (12.285).
La neumonía y el COVID-19 y las complicaciones en el embarazo en el periodo antenatal aparecen siempre en los puestos de cabeza de las enfermedades de cada provincia, pero hay algunas que tienen sus propias particularidades. Por ejemplo, en Ciudad Real es más elevado el caso de enfermedades hipertensivas (1.289) y en Cuenca se han diagnosticado muchos casos de bronquitis (449).
El Instituto Nacional de Estadística no ofrece datos desagregados de mortalidad hospitalaria, pero en su nota de prensa sí que destaca que el conjunto del año 2020 fallecieron 211.221 personas en hospitales españoles, un 12,7% más que en 2019, y que las principales causas fueron las enfermedades del aparato respiratorio (24,7% del total).