Los enigmas rodean al Castillo de San Servando, una histórica fortaleza ubicada en Toledo y que actualmente es un albergue. Tras los muros de este castillo toledano se encuentran encerradas infinidad de historias, algunas de las que ponen los pelos de punta, ya que varias de las personas que se han hospedado en este albergue, e incluso sus trabajadores, aseguran que existe una presencia paranormal.
Un equipo de ‘Cuarto Milenio’ detecta actividad paranormal en esta fortaleza de Toledo
Los relatos de estos testigos animaban al equipo de ‘Cuarto Milenio’ a desplazarse hasta el Castillo de San Servando para realizar durante una noche una serie de pruebas fotográficas y psicofónicas con el objetivo de captar posibles anomalías. El presentador de este televisivo espacio, Iker Jiménez, detallaba que el equipo conformado Aldo Linares, Clara Tahoces y Luis Uriarte se había desplazado hasta este punto de la capital toledana para tratar de comprobar los fenómenos paranormales que muchos aseguraban haber experimentado concretamente en la zona del Torreón 4 (T4).
El equipo de ‘Cuarto Milenio’ pasaba la noche en las dos habitaciones con mayor actividad paranormal de la fortaleza. De este modo a su llegada al lugar y sin saber que en esa zona donde iban a hospedarse Aldo Linares aseguraba notar la presencia en una de estas habitaciones de un hombre y una mujer mayor. Además, Clara Tahoces, confesaba que “estaba profundamente dormida, incluso soñado, pero entonces escuché el sonido de la tarjeta magnética de la puerta, como si alguien la introdujese, pero allí no había nadie”.
Fantasmas en este castillo de Toledo
En relación a las historias y leyendas que rodean a este castillo de Toledo, la historiadora y graduada en Turismo, Amparo Bertol, daba a conocer la de ‘La fantasma del Castillo de San Servando’. De este modo relataba que “la fantasma de San Servando está vinculada a los Templarios porque en un momento dado este castillo se cedió a la Orden del Temple para que diesen cobijo a los peregrinos”. Así indicaba que uno de estos caballeros “estaba realizando la vigilancia una noche cuando llamó a la puerta una anciana de aspecto bastante siniestro, con una cara casi cadavérica y ropajes raídos”.
Ante la imagen de esta anciana mujer el caballero templario “se quedó un poco asustado y le pidió que se identificara”, señalaba la historiadora. Tras ello la mujer “contestó que era la eterna peregrina a la que nadie quería dar nunca auxilio ni ayuda”. Al dejarle entrar en la fortaleza la anciana “le dio a entender al caballero que había sido enviada por Dios para llevarse su alma por el mal que le había hecho, y en las llamas de la chimenea que tenía para calentarse en la sala de guardia le mostró que no había sido buen caballero, había dado muerte a gente inocente y no había ayudado a los peregrinos que se acercaban al castillo”, relataba Amparo Bertol.
“Al ver ese horror el caballero se dio cuenta de que es la propia muerte la que se había aparecido ante él para arrancarle la vida”, subrayaba. De este modo manifestaba que la historia recoge que a la mañana siguiente los compañeros de este caballero “encontraron su cuerpo tendido en la sala de guardia y su rostro aún mostraba el honor y el miedo que había pasado esa noche”.
Testimonios que recogen haber escuchado la tos de una anciana en este castillo de Toledo
Uno de los recepcionistas del albergue que actualmente se encuentra en este castillo, Javier Rocamora, también desvelaba a ‘Cuarto Milenio’ algunas de sus vivencias. “Yo era muy escéptico sobre estos temas hasta que empecé a trabajar en el castillo”.
Su primer turno de noche fue un domingo, día en el que normalmente apenas hay gente hospedada en este albergue de la capital toledana. De madrugada y en mitad de una tormenta mientras se encontraba en la recepción “oí como una mujer mayor con tosía”, manifestaba Javier Rocamora. Sin embargo, continuaba detallando que “me asomé para ver si había alguien pero no vi a nadie”. En ese instante recordó que “no podía haber nadie porque solo había alojada una pareja de novios”, pero insistía en que “oía constantemente esa tos ronca”.
Apuntaba que durante el cambio turno le comentó a su compañero que “la fantasma estaba un poco revolucionada porque se había pasado la noche tosiendo”. Pero además, durante el desayuno la pareja que había alojada comentó al personal del albergue que “no habían dormido bien porque la mujer que había en la habitación de al lado se había pasado la noche sin parar de toser”, recordar Rocamora.
Además compartía otras vivencias como la de un grupo de chicas que se acercaron hasta el castillo porque habían oído hablar del fantasma y una de ellas quería entrar en la habitación done supuestamente hay más actividad pranormal. “Tras cerrar la puerta la chica salió totalmente pálida y le tuve que dar una infusión”, así añadía que “me dijo que alguien o algo le había susurrado al oído y había notado el aliento en el cogote”.
La historia de este castillo en Toledo
El miembro de la Real Academia de las Artes y las Ciencias Históricas de Toledo, Juan Luis Alonso, realizaba un recorrido histórico del Castillo de San Servando. En concreto explicaba a ‘Cuarto Milenio’ que se trata de un enclave en el que diferentes pueblos, como los romanos o los musulmanes, decidieron ubicar sus fortalezas mucho antes de la existencia del actual castillo.
Igualmente señalaba que incluso la Orden de los Templarios utilizó este castillo como una de sus posesiones. Siglos más tarde, el castillo se utilizó como colegio menor y posteriormente como parte de las Cortes de Castilla-La Mancha, siendo en la actualidad un albergue.
Además, el historiador e investigador Luis Rodríguez detallaba que “una posible implicación de una parte de los fenómenos extraños que supuestamente acontecen aquí pudiera estar vinculada a la existencia de un buen número de tumbas que aparecieron, no solo en el entorno del castillo, sino también en el antiguo patio de armas del mismo”.
La incógnita sigue presente ya que “no se sabe con seguridad de qué época son esas tumbas y a quién pertenecieron”, manifestaba el experto. De este modo especificaba que “lo más probable es que estas tumbas pertenecieran a un monasterio que había situado a unos 200 metros del castillo del que no queda ningún resto ya que fue arrasado cuando los musulmanes intentaron el asedio y la toma de Toledo”.