La toledana Ainhoa acudía al conocido programa de citas ‘First Dates’ en busca de su media naranja, sin embargo, no dudaba en dar calabazas al madrileño Iván por no tener un coche ni un trabajo estable. “No me gustan los chicos sin coche, más que nada porque no me gusta ser el taxi de nadie”, aclaraba Ainhoa.
La toledana apostaba por “el amor a la antigua”
Nacida en Seseña (Toledo) y con las ideas muy claras, se describía como una chica “muy tradicional” y a la que le gusta “el amor a la antigua”. Pese a ello decidía presentarse al programa en busca del amor. Allí se encontró con Iván, un chico de Madrid estudiante de Diseño y con cuatro años más que Ainhoa.
“Quiero una casa y tener hijos, y para eso necesito a alguien que trabaje y tenga algo estable”
Para sorpresa de ella, Iván no tenía ni coche ni trabajo estable, todo lo contrario a lo que venía buscando. “Quiero tener una casa y tener hijos, y para eso necesito a alguien que trabaje y tenga algo estable. Mi dinero es mi tiempo, y no quiero pagarle nada a nadie”, admitía la manchega.
La cita de la toledana fue de mal en peor
La cita comenzó con mal pie y fue de mal en peor ya que Iván reconoció que le encantaban las mujeres y había tenido muy pocas relaciones estables. En cambio Ainhoa era todo lo contrario, ya que asegurar que había tenido pocas relaciones y todas ellas habían sido duraderas. “Yo soy muy tradicional y tú eres un golfo”, recalcaba la manchega en el programa televisivo para encontrar el amor.
Tras la tensión y la poca complicidad que derrochó la pareja, la cita terminó como todo el mundo esperaba; con un “no” rotundo por ambas partes. Ainhoa no quiso tener una segunda cita con Iván porque una vidente le había dicho tiempo atrás que se iba a casar con un médico, y al no ser médico Iván, le dio calabazas. E Iván no quiso tener una segunda cita con Ainhoa porque le pareció “lamentable” que antepusiera un coche al amor.